El presidente estadounidense George Bush, que ha advertido que una salida precipitada de Irak sería catastrófica, dijo que las tropas norteamericanas dejarían ese país si el gobierno de Bagdad se lo pidiera. Además advirtió que se esperan “fuertes combates” en los próximos meses en Irak, y que serán “críticos” para la nueva estrategia militar.