"Si ciudadanos ecuatorianos presentan pruebas de que han sido lastimados o perjudicados por acciones de nuestra política antidrogas, gustosamente atenderemos las reclamaciones que se presenten formalmente", declaró el canciller colombiano a los periodistas. Araújo recordó que su homóloga ecuatoriana, María Fernanda Espinosa, llegará a Bogotá la próxima semana y destacó el mejoramiento de las relaciones bilaterales, que atravesaron por un período de deterioro desde diciembre pasado. La fumigación aérea de siembras de coca del lado colombiano con el herbicida glifosato, desató una crisis diplomática bilateral y Ecuador retiró a su embajador en Bogotá, Alejandro Suárez, y advirtió de que éste no regresaría hasta que se suspendieran las fumigaciones. El diplomático regresó a Bogotá hace tres semanas. La aspersión aérea estuvo suspendida un año a petición de Ecuador, que argumenta que el químico es llevado por el viento a ese país, donde ocasiona daños a cultivos legales, al ganado e incluso a la población. Pero las autoridades colombianas restablecieron la fumigación tras subrayar que en el año de receso se duplicó el área de cultivos ilícitos, de los que acusa en parte a guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Las diferencias comenzaron a superarse luego de que los dos gobiernos acordaran un mecanismo de supervisión a las fumigaciones y de que las autoridades colombianas declararan terminada la última fase de aspersión aérea.