Luego, él y su equipo, de a poco y oficialmente, confirmaron sin ambages que el esperado por Manabí puerto de aguas profundas, planificado para Manta, sería construido con astilleros y más en Posorja, Guayas. De esto en Manabí parece nadie se ha enterado, debido a que -se observa- no se le ha dado la importancia que tiene esta mala noticia para la que el oficialismo denomina “provincia del milenio”.
Lo anterior se complementa con la unión en propósitos de -para nosotros- tres gigantes: China que lo financia, construirá y usará, Perú que con aplausos lo acoge y Brasil que lo recibe y también usará feliz el ferrocarril interoceánico, que a los mencionados los beneficiará comercialmente y de otras distintas formas; intercambio que lo iniciamos acá hace un par de décadas, cuando desde Zoframa una docena de contenedores fueron enviados a Manaos, lo que se repitió mientras se pudo y existió lo que a este sueño faltó: Voluntad política de los gobiernos, incluido éste.
Entonces, sin puerto, operadores, usuarios, ni vías de comunicación, hay que ser muy optimista, cándido, o -me reservo el calificativo- para seguir soñando y/o esperando/ofreciendo este ahora más que nunca “sueño de perros”.
Sin el gran puerto ni el eje Manta-Manaos y sin refinería -¿piensan que ésta se construirá?- “aterricemos” los sueños de un mejor futuro. ¡Potencialicemos la exbase aérea hecha por USA, el aeropuerto! denominado, casi sin serlo, “internacional” Eloy Alfaro de Manta y enfoquémonos a algo que nadie nos puede birlar, ya que tenemos muchos de los componentes naturales que requiere el turismo mundial, además de nuestra hospitalidad a segmentos humanos de edad mayor -jubilados norteamericanos y europeos- porque Manabí tiene un clima y condiciones paradisíacas, sin heladas, olas de calor y más rigores que a ellos azotan.
Contamos con tierras, paisajes, agua; pronto con energía eléctrica de bajo costo; ya, con buenas vías terrestres y comunicación telefónica y electrónica; y estamos dolarizados; ¿Quieren más? Lo que falta proveámoslo ¡he ahí una oportunidad!