¿Cómo conoció al actual Papa?

Fui un alumno más a quien él iba a cuidar, sobre todo en la parte espiritual. En Argentina, en concreto en el seminario de San Miguel a una hora de Buenos Aires, donde quedaba la Facultad de Filosofía y Teología donde él era rector. Él organizó todo esto, de ahí estuvimos dos años porque él se fue a Córdoba, al interior. 

 

¿Y su experiencia cerca de él?

Fue de mucha humildad, porque nosotros los jesuitas no estamos preparados ni queremos ser papas, ni obispos, ni ocupar grandes puestos, nuestra misión es discurrir por donde el Señor y la Iglesia nos necesite. Era muy querido porque era una figura brillante, uno decía, uy me tocó comer, conversar con Bergoglio y ahora resulta que me tocó ser conocido de él. Las cosas de la vida, lo que él dice en su documento, la exhortación apostólica “Evangelii Gaudium”, alegría del evangelio “déjate primerear por Dios, es decir, Dios siempre nos sorprende, Dios es primero siempre.

 

Usted que lo conoció de cerca ¿cómo es el Papa?

Es un tipo sorprendente, brillante, humilde, de mucha alegría, sencillez,  donde expresa la sabiduría en una profundidad muy grande. El Papa actual tiene una gran misión, tratar de cambiar a la Iglesia, eso es lo que él pone en este documento “La Alegría del Evangelio”, que es su documento programático donde pide una conversión pastoral y donde las palabras que más redundan son alegría y misericordia.

 

Para ustedes los jesuitas ¿qué significado tiene el mensaje del pontífice?  

Los jesuitas tenemos un voto de obediencia, ahora resulta que tenemos un voto especial de obediencia al papa jesuita, esperamos hacerlo verdad. Él cuenta para que los jesuitas estemos en la frontera, como nos han pedido los anteriores papas, aquellos donde nadie quiere ir, en los sitios de confrontación, de cruces de ideología ahí estamos los jesuitas.

 

¿Le sorprendió que el papa Francisco vaya a visitar la unidad educativa de la cual usted es rector?

Es sorprendente, porque él estuvo en Ecuador en 1980 y luego en 1983, visitando a los estudiantes que hacían práctica en la unidad educativa Javier. Yo también lo conocí a tráves de la gente que él mandaba, jóvenes que lo querían mucho, pero él entabló mucha amistad con el padre Alfonso Villalba (+) y el padre “Paquito”, -Francisco Cortez-, que tiene 91 años y que el Papa ha pedido  verlo y conversar a solas con él cinco minutos.