Y segundos después las manos de los alumnos buscan el mouse y con delicadeza imitan a su maestra.
Los que tienen dudas preguntan y Ligia y el interprete se acercan y vuelven a explicar.
La paciencia y las ganas de aprender reina en el salón de cómputo de la unidad educativa Fe y Alegría.
Allí, un grupo de 20 personas, ocho de ellas con discapacidad auditiva, aprenden o refuerzan sus conocimientos de computación.
Las capacitaciones son parte del proyecto Provincia Digital, impulsado por la Prefectura de Santo Domingo de los Tsáchilas.
Gonzalo Beltrán es uno de los estudiantes. Él (mediante señas codificadas por el intérprete) asegura que su sueño es aprender más sobre las computadoras para enseñar a otras personas.
Miriam Amay, una de sus compañeras, cree que gracias a su esfuerzo por aprender cosas nuevas ella podrá, a futuro seguir una carrera como Administración de Empresas. Luis Arreaga, responsable del proyecto, indicó que lo que se busca es romper la brecha del analfabetismo digital.
Tal como el grupo del Fe y Alegría el proyecto ha llegado a diferentes sitios de la ciudad y también del área rural.
Arreaga explica que los padres de familia y adultos mayores son los más interesados en ser parte de los cursos. Al final los participantes reciben un certificado avalado por una universidad.
La meta para este año es capacitar al menos a 2.500 personas.