La ceremonia, oficiada por el sacerdote Sergio Valverde, se celebró el sábado en la iglesia de Santa Ana, una pequeña comunidad ubicada en el sector oeste de San José, y a la que solo pudieron asistir cerca de 250 invitados. La llegada de los novios y de los invitados se vio alterada por un cierto desorden, provocado por la concentración en las puertas de la iglesia de una multitud de vecinos de la zona, algunos de ellos con niños en los hombros, y una gran cantidad de periodistas.
Keylor Navas entró al templo por un acceso secundario, pero luego salió a saludar a la prensa y a las personas concentradas para verle, con su hijo Mateo en brazos.
>PEDIDOS. La pareja, que no dio declaraciones a la prensa antes de la ceremonia, ya estaba casada por lo civil y son padres de Mateo.
“Estamos muy felices de tener nuestro matrimonio. La llevo para Madrid de luna de miel porque tengo que regresar a recuperación al club, pero tenemos planeado un viajecito para después”, dijo Navas.
El guardameta explicó que querían casarse por la iglesia “desde hace tiempo”, pero que no habían podido por sus compromisos deportivos (están juntos desde el 2009).
“Le dijimos a Dios que queremos llegar a viejitos de la mano”, afirmó Navas, tras aclarar que han pedido a los invitados en vez de regalos contribuciones para obras benéficas.