Ella es una de las cuatro religiosas que elaboran los paramentos litúrgicos (vestuario) que el Papa vestirá en la misa campal que tiene previsto celebrar en Guayaquil el 6 de julio.

La máxima autoridad de la Iglesia Católica estará en Ecuador del 5 al 8 de ese mes.

“Cuando nos dijeron que habíamos sido las elegidas (para elaborar el vestuario del Santo Padre) no creíamos lo que estaba pasando, nos veíamos muy chiquitas para este privilegio”, expresó María Lorena de Jesús Crucificado (su nombre religioso).

En un taller dentro del convento, desde hace un mes las hermanas carmelitas dedican cinco horas diarias para el corte y confección. Inicialmente el encargo era crear dos vestuarios, uno para la misa en Quito y otro en el puerto principal del país. 

El primero lo obsequiarán al Vaticano. 

Experiencia. María de los Ángeles, priora de la comunidad, informó que el pedido de elaboración de las prendas llegó desde Roma y al conocer la noticia, la felicidad embargó a todo el monasterio.

El encargo fue que el traje sea sencillo, liviano y representativo de Ecuador.

“Es un orgullo hacerle la vestimenta al Papa, es como vestirle al Señor en la persona del Santo Padre”, dijo la madre superiora.

El trabajo empezó enseguida. María Lorena fue la encargada de los dibujos del vestuario, diseños que enviaron impresos a Roma, donde fueron aprobados. 

“Me inspiré en todo lo que significa Santa Marianita de Jesús para nuestra patria, lo que representa ese sacrificio de santidad. Estamos identificadas con ella porque la primera comunidad de carmelitas está fundada en la casa de Santa Marianita”, contó. 

El ornamento que usará en Guayaquil lleva en el pecho la imagen de Narcisa de Jesús y en la parte de atrás el Sagrado Corazón de Jesús, porque Ecuador fue el primer país del mundo consagrado al Corazón de Jesús, explicó la madre María.