Aquello, si bien no satisface a todos, es una respuesta positiva al llamado de miles de personas que han pronunciado públicamente su inconformidad por la inicial decisión del magistrado de enviar los proyectos a la Asamblea para su aprobación. 

Siempre hemos considerado que la mejor manera de encontrar el equilibrio de la justicia en el país es a través del uso del diálogo nacional, ponderado como la herramienta de la confraternidad que debería permanecer y prevalecer siempre en las estrategias de los gobernantes. 

Las acciones impositivas, a la larga han demostrado que generan repercusiones que suelen ser tremendamente regresivas a las intenciones, porque se sustentan en la plena razón ni en el sentir consensuado de la población.

Esperamos que la apertura no tenga cortapisas y que los encuentros para el entendimientos se den  hasta lograr superar dudas y temores, llegando a las adecuadas reformas o al retiro definitivo de los documentos de la discordia.