El malestar es por las nuevas reglamentaciones que deben cumplir los negocios veterinarios por pedido de la Agencia Ecuatoriana de Aseguramiento de la Calidad del Agro (Agrocalidad).

Moreira dijo que a su local llegaron técnicos de Agrocalidad y le indicaron que tenía 15 días para adecuar su centro de atención veterinario o sino lo cerraban. Aseguró que entre los pedidos están ampliar el local, colocar baños, registrar toda las medicinas que aplican a los animales y dividir el establecimiento. 

Afirmó que aunque les explicó que el local es alquilado y que requiere de un permiso de los dueños para las adecuaciones, el personal de Agrocalidad no consideró aquello y le ratificó el posible cierre. 

Feliciano Saltos, otro veterinario, dijo que en su caso, aunque es dueño del local, el tiempo que le han dado para reconstruir es corto y se le hace complicado conseguir recursos para renovación. Consideró que el tema debió ser difundido con tiempo y dar más plazo a los veterinarios para ajustarse al cambio.

Emilio Andrade, responsable de Sanidad Animal de Agrocalidad, aseguró que el proceso de regulación se inició desde enero y que constantemente visitan los 92 centros veterinarios de Manabí informando a los representantes sobre las nuevas disposiciones. Dijo que el plazo vence el 15 de julio.