Todos los combinados tienen algo que ofrecer y vaya que la primera fecha dejó sorpresas.
Sin duda, la mayor de todas fue la victoria de Venezuela ante una Colombia desdibujada que tenía el título de favorita por su última participación en el Mundial de Brasil 2014.
Paraguay también nos sorprendió con un empate exquisito en el último minuto ante una Argentina que la tenía fácil, pero no aprovechó esa ventaja de 2-0. Perú tuvo todo para dar el zarpazo contra Brasil, pero no le alcanzó y ante un majestuoso Neymar perdió 1-2
Ecuador estuvo impreciso y Chile, sin mayor esfuerzo, ganó su primer juego.
Bolivia y México igualaron sin goles en un partido aburrido y Uruguay con la mínima venció a Jamaica. Lo interesante de estos juegos es ver lo diferente en la forma de jugar frente a Europa y el resto de continentes. En Sudamérica se vive el fútbol diferente y estos primeros partidos son una muestra de que el balompié a veces en estado puro, algo sucio, es de alto deleite para nuestro paladar.
Esa garra e ímpetu en el fútbol sudamericano que se demuestra en cada jugada donde no se da por perdida ni una sola pelota y a veces las faltas son una medida imperante para parar al contrario.
Este fútbol me recuerda al picadito de potrero donde todo vale y la viveza es un ingrediente más en los recursos futbolísticos.
Tenemos muchos partidos todavía y vamos a disfrutar de estas tres semanas con mucha pasión. Porque en Sudamérica, a más de buen fútbol, se actúa con mucha garra.