Las personas que prestan servicios privados dentro de los camposantos municipales están obligados a vacunarse contra el tétano y la hepatitis.
La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) es la que ha tomado el control de seguridad no sólo para proteger a los trabajadores, sino también a los visitantes de los camposantos, señaló Edmundo Durán, administrador del Cementerio General.
Él señaló que en este lugar cerca de una docena de personas ofrecen sus servicios como sepultureros, de albañilería, pintura y otros trabajos.
“Ellos desde este año trabajan bajo las exigencias de seguridad sanitaria de la Arcsa. Si no tienen el carnet de las citadas vacunas no pueden trabajar”, agregó.
Durán también señaló que ahora los dolientes deben invertir más en la sepultura de sus familiares, ya que la Arcsa exige la impermeabilización interna y externa para sellar las bóvedas. Igualmente se informó que las personas que realizan la exhumación de cadáveres están obligadas a usar equipos de bioseguridad, como mascarillas, guantes de caucho, botas y pantalón largo.