Nadie sabe a ciencia cierta a quién pertenece: unos dicen que al municipio y otros que a una empresa privada.
Lo cierto es que un terreno ubicado junto a las manzanas 18 y 19 de Los Olivos, en los límites de la ciudadela, es un riesgo para los moradores. En el extenso solar baldío, que colinda con la calle del parque, se lanza de todo; desde la basura diaria que generan los hogares hasta restos de muebles y animales muertos. Y el olor es insoportable, dijo Margarita Vera.