De acuerdo con una información de la agencia pública Andes, Vélez, quien vive en condición de refugiado en Bolivia, acudió a Panamá por un llamado de las autoridades judiciales para que haga una ampliación de sus declaraciones. 

“Los funcionarios de la Fiscalía me hicieron cerca de 60 preguntas. Fueron bien largas las respuestas. También me preguntaron por qué la señora exdirectora de migración (2002) y actual embajadora de Panamá en Portugal, Ilka Varela de Barés, no me puso ante un juez cuando fui detenido”, relató Vélez a medios panameños

Ante ello, el ecuatoriano dijo tener “la esperanza de que el caso sea resuelto por las investigaciones que lleva adelante la Fiscalía panameña y por el propio gobierno para esclarecer los hechos”. De acuerdo a la misma fuente, el ecuatoriano está próximo a viajar nuevamente a Panamá para dar seguimiento al proceso penal en contra de unos ochos funcionarios públicos, entre ellos Ilka Varela.

“La exdirectora de migración me juzgó a su manera y no contempló nada para someterme al debido proceso. Nunca vi a la señora, la sentencia me llegó a la prisión y empecé con los reclamos porque la sentencia no tenía ningún procedimiento legal. No había visto jueces, abogados y estuve incomunicado”, cuestionó Vélez.

Actualmente, el Ministerio Público de Panamá realiza las investigaciones para determinar el grado de participación de los sospechosos de la detención extrajudicial y torturas en contra del ecuatoriano, pese a que hace cinco años (2010), la Corte Interamericana de Derechos (Corte IDH) emitió un fallo contra el Estado panameño obligándole a indemnizar a Vélez por los vejámenes sufridos en el 2002 y a sancionar penalmente a los responsables.