Actualizado hace: 931 días 12 horas 33 minutos
Johnny Medranda
¿Despilfarro económico en Jaramijó?

Me dieron un dato que me interesaría. Que en Jaramijó podría encontrar pescado fresco más barato ya que en Manta el picudo ronda los 5 y 7 dólares la libra, la albacora 2 y 3 dólares y 3 camotillitos en 15 dólares. Antes de pasar a Jaramijó, quiero hacer una pequeña reflexión acerca de Manta. Recuerdo que 10 años atrás era impensable comer carne de tiburón, ya que a la mano teníamos todos los mejores pescados a precios para todos los bolsillos. En mis últimas dos visitas a Playita Mía ¿qué veo en las mesas de los comerciantes?: carne de tiburón!. A dólar la libra. Los tiempos han cambiado y Manta no ha podido diversificar su industria, una industria pesquera que gradualmente va bajando y emigrando para Perú y otros países con mejores logísticas e incentivos. Y lo lamentable de ello es que no tenemos un gremio industrial o comercial que en conjunto con el municipio y prefectura puedan trabajar en avenidas de atraer otras industrias y diversificar nuestro comercio. A Manta se la está exprimiendo hasta los tuétanos y luego que no haya pesca ¿qué?. Para los honorables de Manta, piensen en eso.

Viernes 12 Junio 2015 | 04:00

Pasando al meollo de esta nota. Fui dos veces a Jaramijó porque pensé que en la primera fue algún tipo de feriado y por eso sólo había 4 comerciantes vendiendo pescado en los puestos y cuatro restaurantes abiertos. Todo esto en una infraestructura nueva que cabría posiblemente entre 60 a 80 puestos, muchos más restaurantes y muchos más puestos de comercio que en su totalidad estaban cerrados. Regresé en otro día y el panorama fue el mismo: cuatro comerciantes y cuatro restaurantes y todos los otros puestos de comercio cerrado. Finalmente le pregunto a alguien del cantón la pregunta del millón: ¿Qué pasaba que no había más comerciantes?. La respuesta: 1) Esos eran los únicos comerciantes que siempre están allí. 2) Que esos eran los únicos restaurantes allí. 3) Que los otros puestos o tiendas siempre estaban cerradas. 4) Que se llevan la pesca para otros lugares, 5) que a una cuadra, en frente del parque, hay otros puestos de venta de pescado informales, y 6) que la pesca va de mal en peor. 
O sea, a mi criterio no hubo una planificación ni estudios que pudieran haber previsto esta situación y mal invertido nuestros recursos. Pero más allá de ello, toda buena administración siempre tiene que tener un plan B. Pero ya que siempre se ven a los mismos cuatro comerciantes en tan amplia y tal vez costosa infraestructura, no hay plan B. Entonces, me permito como Manabita, hacer una sugerencia a la municipalidad de Jaramijó y al Ministerio de Recursos Pesqueros. Dialoguen y exploren la posibilidad de migrar una buena parte del mercado de Jaramijó, y a los puestos informales a tan amplia y linda infraestructura. Elefantes blancos no caben en una ciudad con tanto potencial pesquero y turístico.
 
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