La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) es la que ha tomado el control de seguridad no sólo para proteger a los trabajadores, sino también a los visitantes de los camposantos, señaló Edmundo Durán, administrador del Cementerio General.
Él señaló que en este lugar cerca de una docena de personas ofrece sus servicios como sepultureros, de albañilería, pintura y otros trabajos.
“Ellos desde este año trabajan bajo las exigencias de seguridad sanitaria de Arcsa. Si no tienen el carnet de las citadas vacunas no pueden trabajar”, agregó.
Durán también señaló que ahora los dolientes deben invertir más en la sepultura de sus familiares, ya que la Arcsa exige la impermeabilización interna y externa para sellar las bóvedas, lo que evita la salida de mosquillas y líquidos contaminados por la descomposición del cadáver, explicó.
Igualmente se informó que las personas que realizan la exhumación de cadáveres están obligadas a usar equipos de bioseguridad, como mascarillas, guantes de caucho, botas y pantalón largo, caso contrario serán sujetos de sanción.
CostOS. Límber Macías, sepulturero, señaló que él desde hace tres meses tiene su carnet de vacunas que lo faculta para trabajar en el Cementerio General.
Macías indicó que ahora cobran entre 100 y 120 dólares por el servicio de sepultura, ya que tienen que utilizar impermeabilizante para sellar las tumbas, lo que es más peligroso para la salud. Antes sólo se cobraba 50 o 60 dólares porque nadie exigía usar este químico, agregó.
SEPELIOS. Ante los reclamos de algunos familiares de personas fallecidas por la atención hasta las 16h00 para los sepelios, Durán comentó que este horario está ligado con la seguridad del público, considerando que este camposanto sólo tiene un policía municipal que trabaja en jornada diurna, por las noches no hay vigilancia. “Hemos fijado este horario porque hay familiares que se toman entre 45 y una hora y media en sepultar a sus seres queridos”, anotó.