Luis León señala que desde hace dos meses las ventas han venido bajado considerablemente, por lo que han tenido que reducir la producción. “Antes hacíamos de ocho a diez latas, en las que entran cuarenta tortillas, pero ahora sólo hacemos hasta cinco latas y no se venden todas”, se lamentó.

Con él concuerda Magaly Pilay, quien menciona que expende las tortillas en la tarde desde hace cinco años, pero este año las ventas han empeorado.

“A veces nos sobran tortillas y toca repartirlas a la familia”, dijo la mujer. Añadió que esto les representa pérdidas, ya que tienen que comprar otros productos para su elaboración como el queso, manteca y otros.

Pero esta no es la única preocupación de los comerciantes, quienes señalan no saber qué hacer cuando el cilindro de gas suba de precio por la llegada de las cocinas de inducción.

“Si subimos de precio las tortillas la gente no va a comprar, porque uno vende tres por un dólar y a veces toca dar hasta cuatro porque la gente se porta dura”, aseveró Pilay.