Aunque esta decisión es idéntica a todas las adoptadas desde 2012, la organización envía esta vez el mensaje de que es capaz de vivir con precios en torno a los sesenta dólares el barril. 

Reunión. “El mismo techo (de producción). Todo como está. No hubo discusiones”, señaló el ministro saudí de Petróleo, Ali I. Naimi, al informar sobre el resultado de la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo celebrada ayer en su secretariado en Viena.

Su homólogo venezolano, Asdrúbal Chávez, se mostró satisfecho al salir del encuentro, tras encabezar por primera vez la delegación de su país en una conferencia regular de la organización.

“Creo que ha sido una reunión muy exitosa. Tomamos las mejores decisiones que podíamos haber tomado y seguimos trabajando para el fortalecimiento y para tener un precio razonable y justo por nuestro principal recurso, que es el petróleo”, comentó.

Estimó que esta cita “marcará lo que va a hacer el mercado de aquí a final de año”, si bien no especificó de que forma sucederá.

Declaración final. La declaración final de los ministros confirma que “la conferencia resolvió mantener en 30 mbd su cuota e instó a los países miembros a adherirse a la misma”.

Alude así a algunos productores que están bombeando de más, de tal forma que la producción total supera la cuota, al situarse entre los 30,3 y 30,9 mbd, según diversas estimaciones.

Los más limitados son Libia, por los daños ocasionados por el violento conflicto interno, e Irán, debido a las sanciones internacionales impuestas en su contra a raíz de su polémico programa nuclear, del que las potencias occidentales temen tenga fines militares.

Pero es el petróleo de esquisto de Estados Unidos lo que más preocupa a la OPEP, que el año pasado ha comenzado a perder puntos del tercio de participación en el mercado que ostenta. 

Según Chávez, esa situación ha “generado una involuntaria guerra de precios” que amenaza a las economías de los países productores y a las inversiones en el sector petrolero en todo el mundo.