El gato más gordo del Reino Unido, llamado “Ulric”, ha conseguido un entrenador personal para rebajar unos cuantos kilos.
Ulric, quien pesa el doble que un felino normal, estuvo a dieta desde el año pasado, pero apenas logró perder una libra. Ante ello, su dueña compró un cachorro de 5 meses para que pueda perseguir al gato y así ayudarlo a “entrenar”.