Hace cuatro años quiso dejar el fútbol, pero ahora eso le saca una sonrisa al oriundo de Pedernales, que el lunes estuvo cumpliendo 30 años.

El exjugador del Manta y Delfín contó que en el 2010, cuando jugaba en el cuadro “atunero”, las continuas lesiones lo llegaron a desesperar y pensó en dejar el fútbol. Sin embargo, su esposa Paola Loor y sus hijas Justine y Nemanya fueron el  motivo de que no tomara la decisión, contó el jugador, quien después del partido en que River derrotó 2-1 a Delfín se quedó en Manta, ciudad en que la que es residente desde hace diez años, y por la que confiesa haberse encariñado.

 sin lesión. Lesiones de rodilla y tobillo fueron las más comunes en Giler durante sus últimos años en el equipo “atunero”. En River sólo tuvo este año una torcedura de tobillo, que lo alejó cuatro partidos.

Giler jugó 40 de los 44 choques que disputó su equipo. Jugó 38 como titular y dos ingresó al cambio. Marcó 15 goles.

Ascender a la “A” con River fue la segunda experiencia del manabita, ya que en el 2008 lo hizo con el Manta, pero según el jugador, la de este año es más especial porque fue protagonista, ya que en el ascenso del Manta jugó poco.

El delantero inició su carrera en Ciudad de Pedernales en el 2003. En el 2005 pasó al Manta hasta el ascenso en el 2008. En el 2009 jugó en segunda categoría con Águilas de Santo Domingo y Grecia de Chone. En el 2010 volvió al Manta y al siguiente año otra vez defendió a Grecia en la Serie B. Tuvo que jugar nuevamente en el ascenso con Delfín en el 2012.

Problemas con dirigentes lo obligaron a salir del equipo “cetáceo” y desde el año pasado es de River, club con el que ya renovó contrato hasta el 2016.