“Desde que está acá ha mejorado mucho”, cuenta esta madre de familia.
Ángel Loor, oftalmólogo de la FOLM, cuenta que a la semana se atienden unos 10 pacientes con algún tipo de dolencia. Señala que es frecuente que antes de llevarlos a consulta los padres suelen pensar que sus hijos son distraídos o no ponen atención, cuando en realidad tienen problemas de visión.
Rosario Espinosa, asesora regional de la fundación Christoffel Blindenmission (CBM), dijo que la detección y tratamiento temprano de la baja visión es fundamental para mejorar la calidad de vida de estas personas.
Según cifras de la FOLM, allí se han detectado desde 1992 hasta este año 1.250 casos de personas con baja visión.
Muchos de ellos, ya con atención regular y seguimiento a sus casos, reciben capacitaciones, equipamiento como lupas, lámparas y más dispositivos que les ayudan a desarrollarse.
Personal de la FOLM también capacita a padres y maestros para que sepan cómo manejar y aportar a los pacientes con baja visión.