Las etiquetas tipo semáforo alertan al consumidor sobre los niveles de azúcar, grasa y sal de los alimentos.
Édison Romo, presidente del sector alimenticio de la Cámara de la Pequeña Industria de Pichincha, señaló que el cambio ha sido complicado.
“Para las Pymes es complicado porque hay que mandar a hacer lotes grandes de producción en lo que a etiquetas se refiere, entonces, mucha de esa inversión se va a perder, a pesar de que se flexibilizó la normativa de etiquetado y ahora podemos pegar un adhesivo en la parte posterior, por ejemplo donde está la información nutricional”, dijo Romo.