Es el testimonio de Sofía (nombre protegido), una de las miles de mujeres víctimas de violencia intrafamiliar que llegan a la Fundación Nuevos Horizontes de Portoviejo en busca de acompañamiento legal y psicológico.

Cuando tenía 15 años Sofía formó un hogar. Se separó hace año y medio porque él le era infiel. Ahora tiene 21 años, es bachiller y lava ropa ajena para mantener a su hija de tres años, a la que el padre no le da nada.

Luisa (nombre protegido) tiene 24 años  y ha sufrido maltrato psicológico y físico. Su pareja la golpeaba porque ella le reclamaba que ande con otras mujeres. 

Se separó hace año y medio y vive con sus padres y su hija de un año. Desde hace cuatro meses el padre de la niña, que es policía, no le pasa la pensión de 100 dólares mensuales, por lo que lo denunció.  

Sus padres se divorciaron hace años y su madre también fue maltratada por su progenitor. 

Ella abandonó sus estudios universitarios por el amor que un día sintió por el padre de su hija. 

Dice que ahora ya no permitiría que un hombre la maltrate y espera retomar sus estudios universitarios próximamente. 

CIFRAS. Según cifras de la Fundación Nuevos Horizontes, este año, hasta octubre, han atendido 2.684 casos de maltrato psicológico, físico, sexual y económico, de los cuales 1.326 son de Portoviejo y 1.358 de Chone, donde cuentan con oficinas.

La directora ejecutiva Miryam Moya de Loor dijo que no es que haya más casos sino que ahora más mujeres se atreven a denunciar la violencia intrafamiliar. 

En el caso de la violencia sexual en niñas y niños no se denunciaba porque generalmente el agresor pertenece a la familia, pero eso está cambiando, indicó. Cuando una mujer se decide a denunciar se recepta su versión, se arma la historia del hecho de violencia y se analiza el caso. “Pero es la mujer quien toma decisiones propias”, afirma, al referirse a que si no quiere denunciar no se puede avanzar en el tema.

FECHA. Ella indica que es bajo el porcentaje de mujeres que vuelve a unirse con su pareja luego de ser víctimas de maltrato intrafamiliar “porque cuando la mujer se decide a denunciar es cuando ha sufrido años de violencia en su contra”.

Cuando estamos a pocos días de que se celebre el Día de la No Violencia contra la Mujer, el 25 de noviembre, Moya hace énfasis en que más féminas han decidido no quedarse calladas. 

“Lo peor es que los testigos son los niños, especialmente víctimas de violencia económica al no tener apoyo de su padre”, dijo Moya.