Una edificación que sirviera de asiento de una entidad que hace algún tiempo prestara eficiente servicio humano, educativo y de corrección social en la provincia, está a merced de la acción del tiempo, aparentemente por causa del atraso en la atención oficial, por la acción depredadora de los antisociales y de los oportunistas ocasionales que van llevándose lo que piensan no interesa a nadie. Se trata del local que durante muchos años sirvió de base a la escuela correccional juvenil llamada Francisco Pólit Ortiz, en el sitio Pimpiguasí, parroquia Calderón, de Portoviejo, por larga temporada dirigida por el fallecido arzobispo Francisco Vera, con resultados satisfactorios.
Ahora no solo que se encuentra destruida sino que sus instalaciones tienen destino menos que incierto, parecer que salta debido a la carencia de información oficial, imposible de obtener hasta ahora por una política burocrática de atención a la prensa dispuesta sobre la entidad que, según se ha dicho, tiene bajo su responsabilidad el bien, con terreno y todo.