El director de Higiene, Salud y Ambiente del municipio, Vinicio Zambrano, aseguró que las chancheras no contaban con pozos sépticos y las heces fecales de los animales y todos los desperdicios iban al río, provocando una “fuerte contaminación”.
Indicó que el propietario de una de las chancheras clausuradas sacó en Portoviejo una licencia ambiental y construyó un nuevo cerramiento en su propiedad con todas las exigencias establecidas, para así no provocar contaminación.
Ese mismo procedimiento deberá seguir quien mantiene crías de cerdo o deberán venderlos.
Detalló que el impacto ambiental podría provocar multa y hasta cárcel a las propias autoridades municipales por parte de los organismos correspondientes. El trabajo ha sido muy duro, ya que hay personas que se rehúsan a cumplir la disposición.
Explicó que las personas que tienen cerdos en sus domicilios o alrededor del pueblo y que están contaminando las riberas del río, también son notificadas y tienen siete días para sacarlos, pero a quienes incumplen se les retiran los animales y son donados.