Él fue uno de los exportadores de “la época de oro” que vivió el café en Manta.
Ahora sus instalaciones ubicadas cerca del aeropuerto, que secaron y pilaron cientos de miles de quintales de café y cacao, están subutilizadas.
Sólo una parte la ha dado en arriendo para el almacenaje de carros importados, señaló.
Bermeo llegó de un sitio de la parroquia Alajuela de Portoviejo a Manta, atraído por las grandes exportaciones de café que se movilizaban por el puerto en 1970.
Recordó que con un crédito de 3 mil sucres arrancó en el negocio de la comercialización y luego de la exportación. “Las buenas ventas permitieron a muchos de nosotros subir como la espuma, pero al final la caída de los precios en la década de los ‘80 y ‘90 fueron acabando con este comercio”, anotó.
Jorge Medranda Peralta, administrador de la piladora La Carmelita, señaló que ellos también se quedaron con una enorme infraestructura, la que es arrendada a la fábrica El Café para secar el grano.
Además mantienen dentro de estas instalaciones una fábrica de Cocoa.
Según Medranda, tienen proyectos para retomar su el funcionamiento de la piladora en el 2015.
Ahora hay nuevas ofertas para procesar el cacao, agregó.
La expiladora Jacob Vera ahora sigue en el mismo lugar, igualmente se arrienda para los tendales de café y tagua.
Los patios de Ultramares, ahora en manos del Grupo Noboa, también se usan para el secado de café.
Las exportaciones. Hace 80 años la economía de Manta dependía de las exportaciones de tagua, cacao y café.
En ese tiempo este negocio lo administraban Casa Comercial Azúa, Casa Tagua, Pedro Atanasio Balda, Rafael Franco Barba y otros, comentan algunos empresarios mantenses.
Hace 50 años parte de esos negocios fueron acompañados por nuevas generaciones del comercio del café como Casa Balda, Pastor Plúa, Comercial Bermeo, Jacob Vera, Ovidio Mora, Jorge Medranda Chávez y otros exportadores, que no sólo guardaron para ellos sus ganancias sino que de alguna manera emprendieron en otros negocios para el desarrollo de Manta, indicaron.