Aquello está muy bien, y hay que agradecerlo en la medida proporcional a los beneficios y logros conseguidos. Y mucho más si aquellas oportunidades que se están brindando llegan a ser equitativas y complementarias. Es decir, que no solamente se entreguen recursos sino que, con oportunidad, se agregue capacitación a quienes los reciben, como emprendimiento para la elaboración de proyectos posibles de ser realizados en los diferentes cantones de la provincia.

Tender a que el crecimiento sea de manera horizontal, pues hasta ahora pareciera que la modernización se estancara a ciertos lugares en donde el progreso es evidente y por ello satisfactorio. 

Al horizontalizarlo extendería las oportunidades para que la inversión privada, especialmente, cuente con mayores lugares donde asentarse, haciendo más llamativa a la provincia ampliada al progreso. Así, abriendo el abanico hasta donde más se pueda, se cubriría mayor cantidad de pueblos que tienen la aspiración de ejercer su derecho a desarrollarse, atendiendo sus necesidades que el Estado en cierta forma ignora.

Y una equitativa planificación le corresponde obligatoriamente a la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), para que su trabajo cubra nuevos colectivos sociales, como debe ser su objetivo específico. La principal de la zonal de esa Secretaría ha manifestado que las inversiones hacen posible que Manabí sea la provincia del milenio, y aquello no será realidad focalizando las inversiones en un solo sector provincial. 

El cambio que se ha empezado a dar en la provincia es visible, pero inclinado: Hay que equilibrarlo. 

Que no se interesan todos... De acuerdo, pero hay que hacerlos interesar. Esa debe ser una de las metas de quienes están en las funciones de sembrar el desarrollo. 

La fórmula es constatar verdades. Con diagnósticos profundos, de intensa investigación social, la ayuda oficial sería más justa y oportuna. Claro que hay que reforzar y empujar a las comunidades que ya avanzan, sin descuidarlo; pero como las que están marchando ya empezaron a valerse por sí mismas, la mano amiga hay que extenderla hasta el que requiere ayuda para levantarse y caminar.

Y en Manabí casi la totalidad de sus cantones desesperan por tener ese impulso que pocos exhiben.

En esta programación tiene vital importancia el Gobierno Provincial de Manabí con su departamento de desarrollo, pues su respaldo y coordinación son indispensables como pivote del crecimiento provincial y nexo ante el gobierno nacional. 

El prefecto Mariano Zambrano ha expresado que para lograrlo se requiere la visión integradora de todos. Y aquello es decisorio.