Luego de los sinsabores experimentados por la pérdida frente a Suiza, contrario a lo que se hubiera podido pensar, las motivaciones ciudadanas crecieron. Apuntaron a una recuperación del equipo y de la garra que siempre ha caracterizado a la “Tri”, logrando respuesta favorable al habérserle ganado a la aguerrida onceña hondureña.
Sin embargo, el camino aún se muestra escabroso, por lo que el trabajo de la selección deberá seguir siendo intenso.
Aquello es vital en consideración al próximo partido a realizarse el miércoles 25, cuando el técnico Reinaldo Rueda mida estrategias con su similar de Francia, Didier Deschamps, quien se encuentra con el ego en alto luego de haber apabullado a Suiza, equipo que ganara a Ecuador en su debut.
Así, la afición, estamos seguros, continuará con mucha más energía apoyando a sus representantes, con el alma llena de aspiraciones mundialistas, creyendo en la capacidad de sus futbolistas, en el esfuerzo que harán estos para pasar con honores a la siguiente etapa del evento internacional, ratificando aquel grito alentador de “Sí se puede”.