Zambrano indicó que el día y la noche son acompañados por olores fétidos que, cree, provienen de las lagunas de oxidación. “Aquí hay que prender el aire acondicionado para evitar que estos olores invadan nuestras casas, pero afuera no nos escapamos de la contaminación”, manifestó.
Patricio Alvia, quien vive en la ciudadela Universitaria, también reclama por la contaminación ambiental.
Él asegura que los malos olores provienen de una laguna que se ha formado en la parte posterior de este sector, que comunica con la vía a Barbasquillo. Bolívar Cedeño, director técnico de la EPAM, señaló que trabajan en la mitigación de los malos olores en el sistema de oxidación. Agregó que intervendrán en la poza que se ha formado en la parte posterior de citado lugar. “Creemos que esta laguna es de aguas lluvias”, agregó.