Un fiscal, agentes de la Policía Judicial (PJ), Grupo de Operaciones Especiales (GOE), y del servicio urbano de la Policía estuvieron a cargo del operativo.
El trabajo policial se efectuó ayer, aproximadamente a las 11h00, y duró cerca de una hora. Los uniformados decomisaron celulares de dudosa procedencia (no se especificaron cuántos).
Diego Barboza, jefe del operativo, manifestó que esta acción en los locales comerciales es para verificar la legalidad de los teléfonos que se encuentran en estos lugares.
El jefe policial señaló que a los propietarios de los locales se les solicitó las facturas o documentos que confirmen su legalidad.
Muchos de los propietarios de los locales visitados por los uniformados destacaron que los teléfonos que tienen allí son de clientes que los dejan para ser arreglados.
En el operativo anticachinería estuvo presente el fiscal de flagrancia Rubén Cuello, quien ordenó a los policías decomisen los celulares que no tengan documentos que abalicen su procedencia.
Orden de trabajo. Barboza dijo a El Diario que las personas que dejen sus teléfonos celulares arreglando deben exigir al local de servicio técnico una orden de trabajo para así evitar que sus celulares sean decomisados.
Además dijo que las personas que se crean dueñas de los teléfonos decomisados en el operativo deben asistir a la Policía Judicial o Fiscalía con la factura del artefacto para que realicen el trámite de devolución.
Los productos decomisados fueron llevados hasta las bodegas de la Policía Judicial y puestos a órdenes de las autoridades competentes.
Los agentes indicaron que se continuarán con este tipo de operativos sorpresas, en coordinación con la Fiscalía.