El principal problema es que los choferes exceden los límites de velocidad permitidos. 

Debido al abundante flujo vehícular del sector, suele congestionarse, momento en el que la prisa de algunos termina en desgracia.

“Los buses son los que más corren, ellos por ganar pasajeros no ven nada más”, indicaron.

Raquel Nieto, propietaria de un local de venta de repuestos de vehículos, opina que los conductores de motos soy imprudentes.

“Yo se que los buseros exceden los límites de velocidad, pero no hay que negar que los conductores de las moto se meten por todos lados sin pensar en las consecuencias”, afirmó.

Un 30 por ciento son estudiantes del colegio Santo Domingo, ellos llegan hasta la parada de bus del sector para dirigirse a sus domicilios.

El peligro de ser atropellados es constante para ellos.

Por tal motivo creen que sería prudente la permanencia de un efectivo policial, para que controle el transito, especialmente en horas pico.

Javier Delgado, es propietario de un local comercial del sector, dice que los asaltos y robos son constantes.

“Aquí nadie hace nada, los delincuentes andan por ahí sin temor. Los policías vienen un ratito y se van”, indicó.

Otro de los delitos comunes del lugar es el robo de pertenencias de los vehículos.

“Cuando llega un carro, al bajarse el dueño le pone la alarma, del otro lado está un muchacho levantando la  chapa del otro lado del vehículo. Esto hace que el seguro rebote. Así se roban todas las cosas que hay en el carro”, relató un testigo del delito.