Una vivienda típica o vernácula, como la identifica el arquitecto Cristhian Romero, es sinónimo de confort. “Nuestra arquitectura nativa es intangible, si se pasa un día en el campo manabita sientes la diferencia; es una arquitectura de sensaciones”, destaca el profesional.
Romero dice que las casas manabitas se dividen por áreas: la social, de descanso y de servicio, resaltando la sala y la cocina como los espacios más amplios.
El arquitecto Jaime Alarcón, coincide con este criterio. Él considera ésta, una característica fundamental debido al carácter hospitalario del manabita, que acoge a sus visitas en el hogar.
CARACTERÍSTICAS. Son viviendas livianas y frescas, precisamente por los materiales característicos con las que se construyen. Predominan la caña guadúa, el cady y los pilotes de madera.
Otro identificativo de estas casas, son los corredores, balcones y la planta baja libre, donde es común ver las hamacas para el descanso.