Según el hombre de 62 años, invirtió US$217.472 entre comprar un avión y decorarlo como él quería.
Una ducha, un sofá cama, un inodoro y muchas comodidades es lo que el divertido estadounidense tiene en su "avión caravana" rodeado de mucha, muchísima vegetación.
Sentarse en el asiento del piloto con su ordenador a la mano o caminar sobre las alas del Boeing son uno de los exclusivos lujos de los que goza este excéntrico personaje.