Ellos recuerdan que antes era muy difícil transitar por el sector, debido a las piedras y baches que "adornaban" la calzada.

Actualmente se puede ver el paso de autos, buses, taxis, motos y hasta bicicletas sin ningún inconveniente. 

Pero, no siempre los comentarios fueron positivos.

Cuando se anunció el inicio de la obra, quienes viven en el sector no imaginaron que los trabajos traerían consigo molestias.

“Las ventas bajaron muchísimo. Todo era puro lodo, no había paso. Estábamos desesperados”, indicaron.

Para los comerciantes de la zona el tiempo en el que estuvo intervenido el acceso les dejaba pérdidas.

A demás de los comerciantes quienes vivían en el sector tenían que buscar otra ruta de ingreso.

Una vez que la obra finalizó y que la avenida estaba asfaltada, la situación mejoró paulatinamente.

Ahora quienes habitan en el sector dicen estar conformes pues sus vehículos ya no se estropea como antes.

Y es que afirman que el acceso estaba en muy mal estado, al punto de que  los taxistas no querían tomar las carreras hacia el sector.

“Nadie quería hacer las carrera, lo peor es que si aceptaban querían cobrar el doble”, sostuvieron.

Quienes viven en el sector dicen estar contentos pues cuentan con todos los servicios básicos.

El único inconveniente es que al igual del resto de la ciudad, el suministro de agua no es regular.

“A veces estamos ocho días a la espera del agua potable. Ojalá todo se regularice pronto, el resto está todo bien”, dijeron.