Bajo un intenso sol que brilló en la Casa de la Selección, complejo del conjunto ecuatoriano, los jugadores aparecieron con esa elegancia ante la sorpresa de los cerca de 50 fotógrafos y camarógrafos que se pusieron en la entrada principal. En sus manos tenían un sombrero con el sello de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) y la bandera del país, hecho en paja toquilla. Este fue un regalo del Consejo Provincial del Guayas. Tras unas breves palabras y deseos de buena suerte de parte del alcalde de Quito, Mauricio Rodas, los seleccionados tomaron asiento y posaron para las cámaras durante un minuto, además de amigos, familiares y aficionados que se dieron modos para ingresar a darles la despedida.

 

La Policía Nacional se esforzó para mantener a todos con una distancia de dos metros para que solo los jugadores aparezcan en las gráficas.

El viaje a Brasil está previsto para hoy a las 09h00, en un vuelo directo de Tame hacia Porto Alegre, desde donde se trasladarán vía terrestre a Viamao

LESIONADOS. La baja por lesión de Franck Ribery en Francia –rival de Ecuador en el último partido del Grupo E– no les preocupa a los jugadores de la Tricolor. El principal interés, reconocieron, radica en la recuperación de Segundo Alejandro Castillo y Cristhian Noboa.

Carlos Gruezo quien fue uno de los escogidos para hablar en la rueda de prensa de ayer dijo que ese tema es lo más crítico para Ecuador. “Una selección no depende de un solo jugador, sino de un grupo. El reemplazante jugará con las mismas ganas, con la misma fuerza y será un rival muy difícil”, dijo el futbolista del Stuttgart.

En la jornada de ayer no participaron Castillo y Noboa, mientras que los otros 21 futbolistas fueron sometidos a trabajos de preparación física.

Ecuador se estrena contra Suiza, este domingo 15 de junio.