Escarmentado por los continuos fracasos, Inglaterra no alcanza las semifinales desde el Mundial de Italia 1990, el entorno de la selección inglesa no se atreve, en esta ocasión, a situar al equipo de los "tres leones" entre los máximos favoritos al título.
Una circunstancia que, sin duda, aliviará la presión sobre Hodgson y sus jugadores, que tendrán un durísimo arranque de torneo en el que se medirán con Italia (14 de junio), Uruguay (19 de junio) y Costa Rica (24 de junio)
Tres partidos que los ingleses prepararán en el estadio Cláudio Coutinho de Río de Janeiro, un complejo deportivo situado dentro de un fuerte militar del Ejército Brasileño, enfrente de la playa y del Pan de Azúcar, uno de los iconos turísticos de la ciudad
"Han sido tres estupendas semanas de preparación. El equipo ha ido creciendo y el ambiente que se vive es de moderado optimismo y un razonable grado de confianza, pero ahora es cuando empieza el fútbol de verdad", señaló Hodgson en declaraciones que recoge la página web de la BBC Sport.
Inglaterra, campeona del Mundo en el año 1966, llega a Brasil sin conocer la derrota durante la fase de preparación, tras imponerse por 3-0 a Perú en Wembley y empatar con Ecuador (2-2) y con Honduras (0-0), en Estados Unidos.
Hodgson, que destacó la buena actitud de todos su pupilos durante la fase de preparación, otorgará, por lo visto en estas tres semanas, el timón del equipo el veterano Steven Gerrard y a su compañero de equipo en el Liverpool Jordan Henderson.
Mientras que las bandas serán para Adam Lallana, una de las grandes esperanzas de Inglaterra para este Mundial, que ocupará el carril derecho, y Danny Welbeck, dejando la punta de ataque para Wayne Rooney y Daniel Sturridge, que no pudo materializar las claras ocasiones de las que dispuso ante Honduras. EFE