Ecuador vive el Mundial de Brasil, la gente habla fútbol, respira fútbol y come fútbol, y todos sueñan con ver a la selección nacional en las instancias finales de este evento planetario, que paraliza al mundo e ilusiona a todas las naciones participantes que se han ganado el derecho y privilegio de estar en esta cita mundialista. El comercio se nueve al ritmo de la zamba brasileña, los canales, las radios y la prensa escrita
despliegan todos sus recursos para cubrir este magno evento, que reúne a las 32 selecciones más
importantes del mundo. La fiebre del fútbol mueve la economía del mundo. Sino, veamos cómo los almacenes de electrodomésticos venden el bien más preciado en este tiempo mundialista, los televisores plasmas y LCD son llevados por los aficionados que no quieren perderse ni un detalle de los partidos que se jugarán en Brasil.
Sólo el rey de los deportes es capaz de hacernos olvidar tantos problemas, no importa la crisis por ahora, sólo vivir a plenitud la Copa del Mundo. Es mi palabra.