Estas jóvenes, que ganan de acuerdo a las categorías en que las ubique su empleador, ayudan a incrementar las ventas de los negocios.
Rocío Molina trabaja como impulsadora y modelo. Asegura que entre ambos trabajos mejor gana como modelo, porque ser impulsadora es más cansado y se gana menos. Las impulsadoras deben tener “labia”, buena presencia y poder de convencimiento. Trabajan entre 4 y 8 horas diarias y ganan entre 25 y 30 dólares por ese tiempo. Deben atraer a la mayor cantidad de clientes. Molina dice que es cansado porque pasan de pie o bailando en tacos. Asegura que también tienen que soportar el morbo de los hombres porque acostumbran a vestir trajes apretados y llamativos que realzan sus atributos.
buen negocio. Los dueños de los negocios que acostumbran a contratar los servicios de estas chicas aseguran que el resultado es positivo porque sus ventas se incrementan. Carlos Mendoza, dueño de un local de calzado, señala que contratar a las impulsadoras incrementa sus ventas en un 20%.
Así como hay chicas que lo hacen por trabajo, existen las que lo hacen por colaboración.
Con 38 años, Ivis Moreira tiene un buen cuerpo, presencia y “labia”. Trabajó un día como impulsadora para ayudarle a su amiga que había puesto un negocio. Su labor consistía en repartir volantes en las calles de Tarqui.