“En algún punto fue sencilla la decisión, ya que a pesar de que era un adulto caracterizando a un niño, hoy tengo 70 años. Decidí despedirme de la gente estando aún habilitado físicamente hablando, para poder ser ese Quico y no tener contratiempos.
Para poder entregar un personaje completo y que la gente que paga vea al Quico de toda la vida”, dijo en declaraciones a la página web de “Los Andes” de Argentina.
EXPERIENCIA. El actor mexicano hace incapié en que la suya fue una experiencia inolvidable y que su misión como personaje se ha cumplido. Sacar sonrisas fue algo que siempre quiso mantener, manifestó.
CLÁSICO. Además expresó que la firmeza del seriado, del que se siente “orgulloso”, radica en que “El Chavo del 8” es un auténtico clásico de TV.
“La primera cualidad es que es un programa muy sano. No decíamos groserías, no promovíamos el sexo, no hacíamos de borrachos... Si se quiere decir, eran puras tonterías, bien hechas”, sostuvo.
Otra cualidad es que los personajes existen en la vida real. “En un edificio cualquiera hay un Don Ramón, una Doña Florinda, un Chavo”, expresó Villagrán.