La historia de Cristian, actual segundo arquero de Emelec, podría ser la inspiración de un escritor de superación. En el 2012 era un portero casi desconocido, que jugaba en un club de segunda división de Santo Domingo: Águilas. 

Pero dos hechos torcieron su destino. A Emelec se le habían lesionado Javier Klimowicz y Esteban Dreer, sus dos arqueros principales. Aun así, las opciones para Arana de jugar en el equipo de sus amores eran escasas: la segunda categoría no es vitrina. 

Sin embargo, un dirigente azul lo había visto por televisión en un partido amistoso que Barcelona jugó contra Águilas. Su 1.91 metros de estatura, su buena ubicación y su agilidad terminaron convenciendo al dirigente que no dudó en vestirlo de azul a mitad de temporada del 2012. En esa ocasión terminó atajando doce partidos. Todo un sueño para un portero de 23 años que había pasado de jugar de un club desconocido a uno de los equipos más grandes del país.

“Emelec está para el bicampeonato”, dice Arana con una seguridad que parece como si fuera un adelantado al tiempo. “Eso nos obliga a trabajar más, a esforzarnos más”, continúa.

El arquero dice pelear el puesto contra “dos monstruos”. “Dreer y Klimo son grandes porteros y personas admirables, yo debo estar preparado cuando me llegue la oportunidad”, cuenta.