El resultado de su investigación mostró que las ventas de drogas ilegales y servicios sexuales añaden 16.700 millones de dólares a la actividad económica de Gran Bretaña cada año, un poco menos de un 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) total.
La Oficina Nacional de Estadísticas de Gran Bretaña publicó las cifras ayer junto a un detallado recuento de sus métodos, en momentos en que se prepara para cambiar las cuentas públicas del país a un nuevo modelo de la Unión Europea en septiembre.
Enunciar estimaciones precisas del consumo de drogas y prostitución de los británicos resultó la parte más difícil del trabajo.
La prostitución es legal en Gran Bretaña, pero los prostíbulos, los proxenetas y los anuncios de sexo no lo son, lo que complica estimar el número de prostitutas.
La oficina dijo que creía que había al menos 58 mil prostitutas en Gran Bretaña en el 2004.
Para otras cifras, la oficina se basó en investigaciones holandesas para determinar el número de clientes que tiene una prostituta por semana y sus gastos en ropa y preservativos.