En los hogares consultados aseguran que el líquido no es apto para el consumo humano porque se hicieron los análisis respectivos que determinaron que el agua tiene contaminación fecal.

“Estuve en una reunión de la comunidad, donde se presentaron los resultados del análisis que se hizo al agua que nos llega por la llave a nuestras casas, y según se dijo está muy contaminada”, dijo Ana Alcívar.

Estructura. El agua que reciben en el sector proviene de la planta de potabilización que construyó la desaparecida Corporación Reguladora del Manejo Hídrico de Manabí (CRM) y que puso en funcionamiento el Gobierno municipal, una vez que se hizo el traspaso respectivo.

El año pasado el municipio realizó la ampliación de la red domiciliaria de agua potable, lo cual causó alegría entre las familias que habitan en el sector, sin embargo, no ha pasado mucho tiempo y han llegado las quejas.

Rosa Chica indicó que el agua que reciben llega con mal olor y muchas veces es turbia, por lo que han decidido no utilizar el agua para la preparación de alimentos.

“Aquí cocinamos con agua de purificada que compramos en bidón, el agua de la llave la utilizamos para regar los cultivos”, explicó Ana Alcívar, quien además se quejó de que hace varios meses los reunieron supuestamente para abastecerlos de cloro y darles una charla, pero eso no se cumplió.

“Nos convocaron, esperamos, pero el personal de Salud nunca llegó a entregarnos el cloro”, manifestó.

No obstante, también en el sector urbano hay quejas de la dotación del agua, que la consideran que contiene alta dureza; por lo tanto, aspiran una independencia en la distribución.