Bajo esta premisa, Joffre Rosero Peñafiel, ciudadano de Paján, ha creado una microempresa, cuyo producto estrella es el café que se produce en la zona.

Rosero tiene presentaciones de café en polvo y esencia listo para consumir. La comercialización la realiza localmente y se expande a otras ciudades, incluso algunos pedidos del exterior.

El emprendedor contó que para lograr ese sabor fuerte y claro se necesita de un proceso muy complejo, pues debe tostar el café que quede en su punto y de allí, en un molino casero tradicional, convertirlo en polvo, el cual empaca artesanalmente en funditas de libra y media libra que vende a 3 y 1,50 dólares. También produce el néctar o esencia de palo en galones de 4 litros, a un costo de 25 dólares. 

 

Detalles. Él mensualmente procesa 4 quintales y envía a clientes en Cuenca, Píllaro, Quito, Guayaquil, Pedro Carbo, Manta, y en el exterior a ecuatorianos amigos que residen en España, Italia y Estados Unidos. 

Este emprendedor dijo que El Café Paján, como bautizó a su producto, nació de la iniciativa de ayudar a campesinos que son explotados por comerciantes e intermediarios que pagan apenas 90 dólares por el quintal de café, mientras que Rosero cancela $150 a sus proveedores, que por ahora son sus padres y otros allegados. La idea es formar una asociación con cafeteros y tener un centro de acopio para procesar  en conjunto y así lograr mejores ingresos.

Actualmente está en los trámites para registrar la patente del Café Paján y el registro sanitario.

Además del café don Boanerge procesa y comercializa harina de plátano, maní molido y quebrado, cacao molido para hacer chocolate. Todos estos productos empacados en prácticos  envases y fundas para su mejor conservación.