Después de su entrenamiento con el Real Madrid, el portero Iker Casillas acudió a una clínica de Madrid para estar con su pareja, la periodista deportiva Sara Carbonero, y con su hijo recién nacido, Martín.
Casillas ha entrado directamente en un coche negro poco después de que llegaran al centro los padres del futbolista, en una mañana en la que el trasiego de flores en la puerta del hospital ha sido constante.