Uno de ellos es el Divino Niño 2, donde por años se ha venido solicitando la pavimentación del ingreso por la carretera El Palmar-Aeropuerto, a la altura de la urbanización Millenium, tramo que apenas tiene una extensión menor a los 300 metros y que comunica a este barrio con otros de la ciudad. 

Juan Giler, habitante de este sector, dice que cada dos meses el municipio les hace creer que van a pavimentar la vía, con la presencia de topógrafos que luego desaparecen, “con lo que perdemos la esperanza”, agrega el morador.

Giler  manifestó que  en verano el polvo los envuelve cuando acuden a esperar el bus en la salida de esta vía llena de baches. 

“En el invierno la historia cambia, nos toca majar lodo porque los taxis no quieren ingresar, situación que la experimentamos desde hace 10 años”, señaló.

 

OTROS Sectores. En la ciudadela Costa Azul también los moradores reclaman por la repavimentación del acceso que los comunica con la ciudadela Divino Niño 1, vía por la que circula  la línea de buses urbanos 9.

Juana Cevallos dijo que temen quedarse sin el servicio de buses, ya que los transportistas les han advertido que en invierno se paralizarían por el peligro que representará transitar por allí.

En este lugar también reclaman el servicio de alcantarillado que se ofreció para el 2013. 

Esta obra fue escogida por los moradores, en vez de la construcción de un parque, señaló Fautina Vera. 

En la ciudadela 15 de Abril también los habitantes de  la calle 326 entre avenida  217 y 216, se quejan por los problemas de faringitis que enfrentan a consecuencia de las polvaredas que se levantan en dicha calle, la que cerca de dos años está sin asfalto.

Este material desapareció luego de enterrarse las redes del plan hidrosanitario, dijo Antonia Véliz.

“No entiendo por qué no se repone el asfalto, si ya se ejecutaron las pruebas de estas obras”, se preguntó la mujer.

Otro pequeño tramo sin pavimentar es la calle  321, ubicada entre la vía Interbarrial y el barrio Horacio Hidrovo, sector donde el polvo “se recoge por libra en los hogares, luego de que el municipio abandonara la obra”, dijo Liliana Palma. 

Una  similar historia se repite en Las Cumbres, tercera etapa. 

También en los accesos a las ciudadelas San José y Mar y Cielo, lucen destruidos.