El organismo, con sede en Londres, aseguró que hizo un recuento desde el 18 de marzo del 2011, contando al primer muerto en la provincia de Deraa, hasta el 30 de diciembre del 2013.
Entre los 66.203 civiles, hay más de 7.000 menores de edad y 4.695 mujeres mayores de 18 años.
De los combatientes rebeles muertos, casi 20.000 son civiles que se han sumado a sus filas, y 2.233 son desertores de las fuerzas del régimen. Además, hay 2.794 cuerpos sin identificar. Asimismo, al menos 6.913 de los fallecidos son combatientes del Frente Islámico de Irak y Siria y del Frente Al Nusra, de ideología yihadista radical y cuyos miembros son mayoritariamente extranjeros.
En cuanto a las fuerzas gubernamentales, el OSDH añadió que un total de 32.013 soldados perecieron durante este periodo, en el que murieron también 19.729 combatientes de milicias cercanas al régimen, como los grupos “Shabiha” (milicianos del régimen) y las Fuerzas de la Defensa Nacional.