Gran parte de la calle está destruida. Los huecos que hay en la vía son difíciles de evadir para los choferes, que demandan la reparación de esta arteria.
José Velasco, conductor, dice que sólo los carros grandes y “fuertes” resisten al transitar por el lugar. Los carros pequeños se destruyen, argumenta Velasco. Rubén Yerena recuerda que esta vía “siempre ha estado en malas condiciones”. Asegura que ha escuchado por mucho tiempo que van a reparar la calle, pero esto no lo logran. Yerena cree que en el próximo proceso político esta vía será, como en algunas ocasiones, una promesa de campaña.
oscuridad. Roberto Panta, taxista, aclara que la calle está destruida desde hace dos años. Los ciudadanos reclaman el arreglo de esta vía. La oscuridad es otro problema que genera quejas.