Este año el gobierno de Panamá otorgó asilo político al exlegislador Galo Lara, condenado por  la justicia ecuatoriana a 10 años de prisión por complicidad en un triple asesinato, causando malestar en Ecuador, cuyas autoridades capturaron en aguas internacionales una embarcación de bandera panameña, con una carga de cocaína. 

Panamá solicita la devolución de la nave porque cree que es una medida revanchista y que se la quiere chantajear para que entregue a Lara.

Y hace pocos días la cancillería ecuatoriana llamó al embajador de los Estados Unidos para pedir explicaciones sobre la denuncia de periódicos estadounidenses de que Estados Unidos ayudó a Colombia en el bombardeo que hizo a Ecuador años atrás.

Si bien el gobierno está en la obligación de defender los intereses del país, estimamos que la prudencia y el tino son las mejores herramientas a usar en esta clase de situación, para llegar a buen  entendimiento manteniendo las relaciones cordiales. Así lo esperamos.