La proyectada reforma de la ley del aborto en España, que su jefe de Gobierno, Mariano Rajoy, defendió como “equilibrada”, pero muy criticada por la oposición, devuelve al país a una normativa más común en América Latina y más alejada de la Unión Europea.
El Ejecutivo de Rajoy aprobó hace ocho días un anteproyecto que restringe el aborto legal a los casos de violación de la mujer y riesgo para su salud física o psíquica que, de ser aprobado por el Legislativo, aboliría la ley de plazos en vigor desde 2010. La iniciativa limita la posibilidad de aborto a casos de violaciones o peligro para la vida y solo durante las primeras semanas de embarazo, con el aval de dos médicos, y no incluye como causa las malformaciones del feto.