Su funcionamiento es parecido a una cámara fotográfica normal provista de sensores de movimiento con flash infrarrojo, que permiten capturar imágenes durante la noche.
Esta es parte de la tecnología que han implementado los técnicos e investigadores del proyecto arqueológico del Centro Cívico Ciudad Alfaro.
Roddy Macías, consultor encargado de la investigación, informó que a través de este sistema de monitoreo se ha logrado identificar unas 308 especies de vida silvestre, difíciles de registrar en su estado natural.
Agregó que los resultados son muy positivos. “Sólo el hecho de captar a un tigrillo, en once tomas diferentes, es un indicador de la buena salud del ecosistema” dijo el investigador.
El tigrillo está en la cima de la cadena alimenticia de este ecosistema y siendo un depredador, necesita un área de más de doce kilómetros cuadrados de acción. Esta circunstancia es un indicador que la zona debe ser conservada y protegida, explicó.
Macías ha trabajado en diez estaciones de monitoreo natural que cubre al Cerro Jaboncillo. En ellos se han instalado las cámaras trampa en quebradas o estrechamiento de pasos naturales, a fin de “emboscar” con una fotografía a los animales para su estudio.