Aquí todos empiezan a sacar las cuentas de las deudas que obtuvieron en las fiestas de Navidad y Fin de Año; otros deben empezar a pagar el crédito que hicieron en diciembre, el electrodoméstico que sacaron a pequeñas pero largas cuotas, otros recién se percatan de que hicieron compras incluso innecesarias, pero que no pudieron evitar por la emoción de la época.
Algunos no sólo gastaron todo su décimo sin invertir en algo provechoso, sino que además “fundieron” sus tarjetas.
Lo mejor para que las deudas no le causen un dolor de cabeza el próximo año, después de las celebraciones, es que analice bien cuáles son sus necesidades. En la Internet se encuentran diversos datos de este problema, que señalan que los gastos realizados en diciembre aumentan los trastornos del sueño, una realidad que afecta a casi 35 millones de personas en México, y de ellos el 10 por ciento ronca o padece insomnio.